Defensor: No se cumplen en Bolivia derechos de niños y niñas
(Boletín institucional).- El Defensor
del Pueblo, Rolando Villena, manifestó que la
conmemoración de los 25 años de
la Convención sobre los Derechos de la Niña y el Niño “nos encuentra ante la
evidencia de que los derechos de esta población están lejos de cumplirse y, por
el contrario parecen haber dejado de ser prioritarios y sustanciales”.
Al
referirse a este día, que se recuerda el 18 de noviembre, Villena destacó los
incuestionables avances que se han registrado en Bolivia en los últimos 25 años
en favor de las niñas, niños y adolescentes, referidos principalmente al acceso
a la educación, la salud, la nutrición, los servicios básicos, la disminución
de la mortalidad y su reconocimiento formal como sujetos de derechos, sin
embargo, dijo, estos avances dejan de ser relevantes “ante la sucesión pavorosa
y creciente de hechos de violencia en todas sus formas, que los han convertido
en una de las poblaciones más vulnerables e indefensas de nuestra sociedad”.
En un
comunicado de prensa el Defensor indicó además que la pobreza, el abandono, la
explotación y la violencia son situaciones y conductas generalizadas, de un
modelo de vulneración de derechos que se ensaña contra la infancia y la niñez,
pero especialmente contra las niñas que resultan siendo siempre las más
afectadas cuando se conocen y se analizan los índices de infanticidios,
violencia sexual, maltrato, trabajo infantil y discriminación.
Cuestionó
que ante este panorama ni el Estado ni la sociedad han dado muestras de real
interés para cumplir con el mandato supremo de la Constitución Política que
señala claramente que “es deber del Estado, la sociedad y la familia garantizar
la prioridad del interés superior de la niña, niño y adolescente, que comprende
la preeminencia de sus derechos, la primacía en recibir protección y socorro en
cualquier circunstancia, la prioridad en la atención de los servicios públicos
y privados, y el acceso a una administración de justicia pronta, oportuna y con
asistencia de personal especializado” y tampoco de respetar la amplia gama de
derechos y garantías que establece la Convención sobre los derechos de las
niñas y niños.
Esta cruda
realidad se ve reflejada en las alarmantes cifras que muestran que más de 80% de las niñas, niños y
adolescentes sufren violencia en sus propios hogares o escuelas, a través de la
práctica del castigo físico, mediante golpes e insultos de sus propios padres,
madres, maestros y su entorno familiar o que más de 800.000 trabajan en
Bolivia, muchos de ellos en situaciones de explotación que pone en riesgo su
salud, seguridad e integridad; que más de 1.000 viven en cárceles acompañando a
sus padres; que cerca de 10.000 se encuentran viviendo en la calle; que cada año se denuncian casi mil
casos de violaciones perpetradas en la mayoría de los casos por padres o
familiares cercanos.
Los datos cuantitativos compiten con las
formas crueles, degradantes y atroces con que muchas veces se cometen los actos
de violencia contra una población silente y menoscabada en sus derecho a
expresarse, denunciar y ser escuchada y atendida en sus reclamos y demandas.
Ante esta situación, la institución
defensorial considera que es importante destacar la sensibilidad y el aporte de
instituciones y organizaciones nacionales e internacionales que han aportado en
todos estos años para que los derechos de las niñas, niños y adolescentes sean
incorporados en los instrumentos jurídicos nacionales y se generen políticas
públicas eficaces para garantizar su cumplimiento.
“Sin embargo, creemos que es necesaria una
decisión y acción más efectiva desde las instituciones del Estado en todos sus
niveles, y un cambio profundo en la mentalidad adultocentrista y encubridora de
la sociedad, especialmente en las familias, las escuelas, las comunidades
campesinas, las iglesias, los medios de comunicación, las empresas y otros”,
señalda Villena en su comunicado.
En cumplimiento de su mandato constitucional
la Defensoría del Pueblo ha impulsado y lo sigue haciendo, un trabajo
permanente para denunciar, alertar, sensibilizar, incidir
y promover acciones que por un lado la sociedad se sensibilice sobre los
derechos de las niñas, niños y adolescentes y por otro exijan a los gobiernos,
el cumplimiento de las normas y los acuerdos internacionales que nos obligan a
todas y a todos en este objetivo que es fundamental para alcanzar una sociedad
más justa y humana.
Es en ese marco, que el Defensor en la gestión
2012 convocó a una gran cruzada nacional para enfrentar el tema de la violencia
en todas sus formas, pero especialmente la que afecta a la infancia, la niñez y
la adolescencia que involucre a los diversos niveles del Estado, en su tres
Órganos de Gobierno, las gobernaciones, los municipios, situación que desde
entonces no ha cambiado y que por el contrario recrudece como reflejan los
casos de violencia que a diario se conocen.
(Fuente de foto y boletín: Defensoría del Pueblo)
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